Pese a las grandes inversiones y contratos con empresas multinacionales, en la situación energética de la República Dominicana no se vislumbra una solución inmediata a los problemas de los prolongados apagones, convertido esto en un abismo económico.
Desde la instauración de la democracia en el país, luego de la salida del dictador Rafael Leónidas Trujillo, los distintos gobiernos dominicanos han realizado enormes inversiones para resolver la deficiencia eléctrica nacional, en la que se pueden enumerar: cambios de red, autopistas eléctricas, planta de gas, hidroeléctrica, eólica y paneles solares, entre otras.
Según cifras del Ministerio de Hacienda, desde el año 2005 hasta 2010, las transferencias o subsidios para el sector eléctrico alcanzaron los US$4,500 millones, igual a RD$158,500 millones, destinados para la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas y Estatales (Cdeee).
A pesar de registrarse un aumento en el número de clientes del programa 24 horas, iniciado en 2009, fue ineludible transferir US$470.6 millones (1.01% del PIB), para cubrir el déficit de las distribuidoras.
Asimismo, en 2010, resultó obligatorio erogar US$663.8 millones para un 1.28% del PIB. De igual forma, para 2011, se presupuestaron US$700 millones (US$350 en principio, por el FMI), con un 1.30% del PIB. Concluyendo con US$1,000 millones.
Baja calidad
La calidad del servicio energético en los dos últimos meses, luego de las elecciones presidenciales del 20 de mayo, ha sufrido un deterioro notable, debido a los largos y constantes apagones registrados. En cambio, las autoridades de la Cdeee justifican la ineficiencia, principalmente por razones financieras (altas pérdidas del sistema y bajo cobro), que además se agravan por factores técnicos, así como por las frecuentes fluctuaciones en el voltaje.
Según datos, la red de distribución cubre el 88% de la población. Se estima que el 8% de las conexiones en la República Dominicana son ilegales, regularmente en los sectores marginados.
En la actualidad, el sistema de repartición eléctrica cuenta con cuatro tipos de circuitos: uno de 24 horas, en el que el nivel de servicio está cerca de un 99.8%; otro de 20 horas y dos de 18 y 14 horas, respectivamente. Los planes del gobierno tienen como objetivo llegar a una cobertura del 95% en 2015.
A pesar de la categorización de la distribución del servicio de energía, no se ha llenado las expectativas de la ciudadanía, producto de las tandas de apagones. Durante el pasado mes de julio, diversos sectores populares en el Distrito Nacional y el Gran Santo Domingo como: La Ciénaga , Maquiteria, Bueno Aires de Herrera, Los Alcarrizos, así como diferentes provincias y municipios salieron a las calles con pancartas en manos y quemaron neumáticos, vociferando consignas en contra de las autoridades.
Más fondos
Durante el conocimiento en el Congreso Nacional del presupuesto complementario de 2012, se efectuaron diversos debates sobre la cantidad de recursos destinados al sector eléctrico en los últimos años, sin observarse mejoría en ese contexto.
En tal sentido, Ramón Cabrera, vicepresidente de la Comisión Bicameral que estudió el Presupuesto Complementario de RD$71 mil millones, sometido por el Poder Ejecutivo (PE), precisó que a la Cdeee se le han entregado en los últimos cinco años más de RD$150 mil millones para el subsidio de la tarifa eléctrica.
“Al problema de la asistencia eléctrica hay que buscarle una medida, ya que cada año el subsidio se incrementa y el Gobierno se ve en la necesidad de aportar más recursos, los cuales podría destinarlos en gastos sociales”, subrayó Cabrera.
El vicepresidente de la Comisión Bicameral aseveró, además, que los 500 millones de dólares que aparecen consignados en el Presupuesto Complementario para la compañía eléctrica incrementarán la deuda en 0.9% del Producto Interno Bruto (PIB).
De igual opinión el ingeniero geólogo, Osiris de León, explicó que desde el año 1978, ha planteado a los diferentes gobiernos que la solución a la crisis eléctrica del país es la producción de energía en base al carbón mineral de alto poder calorífico.
El ingeniero geólogo afirmó que a través de su estudio en 1978, formuló varias propuestas, la cuales fueron entregadas a la antigua Corporación Dominica de Electricidad (CDE), en ese año, antes de que se decidiera la instalación de las plantas a carbón Itabo I e Itabo II, de 125 Mega Watts cada una.
El ingeniero justificó que la eficiencia y el bajo costo de operación de las plantas a carbón, en relación a las que operaban con gasoil y con búnker C No. 6, fue tan evidente que de inmediato se inició un boicot al uso del carbón mineral, alegando excusas ambientales insostenibles.
“Ese boicot ayudó a descontinuar el programa de instalación de plantas a carbón, pues luego de eso sólo pudo instalarse y operar Distral Barahona, de apenas 45 Mega Watts”.
Desafortunadamente, mientras las autoridades gubernamentales no efectúen un plan efectivo, gran parte de los fondos y préstamos de instituciones internacionales, que deberían destinarse al bienestar social de las localidades, seguirán siendo utilizados en el supuesto mejoramiento del sistema eléctrico nacional.
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