La publicación de auditorías de la Cámara de Cuentas, recibidas de manera informal por algunos medios de comunicación, está siendo algo frecuente en las últimas semanas.
La Cámara de Cuentas podría estar interesada en decir que ha cumplido con su deber durante la gestión de Leonel Fernández, tomando en cuenta que la permisividad de la corrupción ha sido una de las debilidades que se han señalado a presidente saliente Leonel Fernández .
La esperanza que podría quedar a los que desean más transparencia y que quienes cometieron irregularidades paguen adecuadamente las irregularidades identificadas, es que el nuevo presidente actúe de forma distinta al que está a punto de salir.
Con las publicaciones de las auditorías en los medios de comunicación, los actores que deben dar seguimiento a las mismas, como el Ministerio Público, se sienten libres de no dar seguimiento a estas investigaciones oficiales, y no se procede. Todo queda igual.
La lección es que no importa que los funcionarios sean auditados, porque no existe un sistema de consecuencias. Todo queda en las páginas de los diarios y en los portales de Internet, y a los pocos días se olvida.
La esperanza que podría quedar a los que desean más transparencia y que quienes cometieron irregularidades paguen adecuadamente las irregularidades identificadas, es que el nuevo presidente actúe de forma distinta al que está a punto de salir. Y que la materia de la corrupción en la administración pública tenga otra historia a partir del 16 de agosto.
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